El 11 de diciembre se celebra el Día Internacional de las Montañas, un ecosistema frágil que hay que proteger y que tiene cabida en los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030, más concretamente en el Objetivo Número 15.
¿Por qué las montañas son importantes?
Tenemos muchas razones para decir que las montañas son importantes, pero algunas de las más llamativas son estas:
- Las montañas cubren el 22 por ciento de la superficie de La Tierra.
- En las montañas habita el 15 por ciento de la población del planeta, casi mil millones de personas.
- Más de la mitad de la población mundial depende de las montañas para abastecerse de agua, alimentos y energía.
- Las montañas aportan entre el 60 y el 80 por ciento del agua dulce del planeta.
- Muchas comunidades que viven en regiones altas dependen de las montañas, pero también dependen de ellas pueblos que viven en las zonas bajas.
- Las montañas juegan un papel fundamental en la generación de energías renovables, especialmente, la energía hidráulica, solar, eólica y el biogás.
Pero por desgracia, las montañas están en peligro debido al cambio climático, la degradación de los suelos y la sobreexplotación de los recursos.
Por todo eso, y por otros muchos motivos, la Asamblea General de la ONU proclamó 2002 como Año Internacional de las Montañas, y el 11 de diciembre como Día Internacional de las Montañas.
Antes de eso, en 1992, Naciones Unidas aprobó un plan de acción llamado Programa 21 donde se incluyó un apartado sobre la "Ordenación de los Sistemas Frágiles: Desarrollo Sostenible de las Zonas de Montaña".
¿Por qué es importante preservar la biodiversidad de las montañas?
Las montañas, junto al resto de los recursos naturales, los animales y las plantas representan la gran biodiversidad de nuestro planeta. La pérdida continua de los bosques, montañas, mares, también constituye una gran pérdida para toda la humanidad.
Desde años remotos, el hombre se ha servido de los distintos recursos que tiene a su alcance para continuar viviendo y dar vida a otros seres semejantes a él, sin embargo, en ese transitar, se ha convertido en un gran depredador, que ha destruido gran parte de estos bienes naturales.
Las montañas no han sido la excepción. Sabemos que estos lugares albergan vida humana, una gran variedad de especies animales, abundante vegetación, numerosos riachuelos de agua cristalinas y otra gran cantidad de recursos naturales que contribuyen a mantener el equilibrio ecológico.
Hoy, se sabe que parte del desequilibrio que vive nuestro planeta, es la causa principal de muchas enfermedades, virus y epidemias.
Por esta razón, resulta imperioso cuidar, proteger y luchar por la preservación de estos lugares, que cada día están amenazados por la actividad humana.
Sin lugar a dudas, que los seres humanos dependemos de todo aquello, que, por nuestra ignorancia y falta de conciencia, estamos destruyendo. Hemos logrado muchos avances tecnológicos, pero estamos pagando un alto precio por ello, ya que el confort que tenemos y disfrutamos, son sacados de la naturaleza. Por eso, hace falta trabajar unidos por una sociedad que avance hacia la sostenibilidad del planeta. ¡Ahora es el momento, porque quizás mañana sea tarde!
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